La inseguridad y la competencia desleal son los principales retos para los negocios en Michoacán, de acuerdo con datos expuesto por el INEGI.
Morelia, Michoacán.- Las unidades económicas de Michoacán enfrentan un entorno adverso para operar, pues, de acuerdo con los resultados definitivos de los Censos Económicos 2024 del INEGI, dos de los problemas más graves que afectan al sector productivo del estado son la inseguridad pública y la competencia desleal, ambos con una tendencia al alza durante el último quinquenio.
El 31.6 por ciento de las unidades económicas en Michoacán identificaron la inseguridad pública como un obstáculo serio para llevar a cabo sus actividades en 2023, lo que representa un incremento de más de 5 puntos porcentuales respecto a 2018, cuando el porcentaje era de 26.1 por ciento.
Este crecimiento evidencia que, lejos de reducirse, el problema de violencia e inseguridad se ha profundizado y sigue afectando directamente al entorno económico.
Los efectos de la inseguridad se traducen en múltiples formas: aumento en los costos de protección, disminución de horarios operativos, inhibición de inversiones, cierre de sucursales en zonas conflictivas, y dificultad para atraer personal.
En sectores como el comercio, los servicios y el transporte, la inseguridad puede incluso representar riesgos directos para el personal y los clientes.
Otro obstáculo creciente para los negocios es la competencia desleal, la cual fue señalada por el 23.9 por ciento de las unidades económicas en 2023.
En 2018, este problema era reportado por el 17.6 por ciento de los negocios, lo que implica un aumento de más de seis puntos porcentuales en cinco años.
Esta forma de competencia puede incluir prácticas como evasión fiscal, uso de productos ilícitos, venta a precios dumping, contrabando o falsificación de marcas.
La competencia desleal afecta sobre todo a los negocios formales que deben enfrentar cargas fiscales, costos regulatorios y normativas laborales que los informales no asumen.
Este fenómeno distorsiona el mercado, genera pérdidas en la recaudación pública y debilita los incentivos a la formalidad.
En Michoacán, donde más del 35 por ciento de las unidades económicas operan fuera del marco formal, el impacto de esta competencia es especialmente nocivo.
Además de estos dos factores, otros problemas reportados fueron los altos costos de materias primas, insumos o mercancías, que afectaron al 37.9 por ciento de los negocios en 2023, y la baja demanda de bienes o servicios, señalada por el 26.3 por ciento.
También se identificaron como preocupaciones relevantes los altos gastos en servicios como luz, agua y telefonía, que impactaron al 18.8% de las unidades.
La conjunción de inseguridad, informalidad y presión de costos ha generado un entorno empresarial complejo en Michoacán.
En particular, las microempresas, que representan más del 97 por ciento del total de unidades económicas en la entidad, son las más vulnerables, debido a su limitada capacidad de maniobra y acceso a financiamiento.
Los datos del censo muestran que, si bien el estado mantiene un crecimiento sostenido en número de negocios y generación de empleo, este desarrollo ocurre bajo condiciones de riesgo, incertidumbre y desventaja competitiva.
La falta de intervención institucional efectiva para frenar la violencia y regular el mercado informal amenaza con limitar el potencial económico de la entidad en el mediano y largo plazo.