Morelia, Michoacán
Entre las múltiples iniciativas sin dictaminar la comisión de Justicia del Congreso del Estado, hay una que busca tipificar la sumisión química. Esto es, cuando a escondidas de una persona (por lo general una mujer), se adicionan sustancias a su bebida para alterar su percepción o generarle somnolencia y facilitar la comisión de un delito.
La Secretaría de la Mujer Moreliana para la Igualdad Sustantiva (Semmujeris) arrancó la estrategia de Tapa Segura como parte de la política pública Punto Naranja, para tratar de prevenir este fenómeno que al no estar tipificado, no puede ser denunciado, así que no hay estadísticas confiables de su incidencia.
“Hay una cifra negra en ese tema. Las jóvenes no denuncian, las personas no denuncian. Ahora, es importante decir que no solo le pasa a las mujeres, también hemos encontrado reportes de hombres”, informó la secretaria municipal de la Mujer, Nuria Gabriela Hernández Abarca.
Indicó que además de delitos sexuales, la sumisión química también puede estar relacionada con delitos de trata y es una práctica extendida en todo el mundo, por lo que es urgente que se contemplen sanciones específicas en el Código Penal.
“¿Qué es lo que vas a ir a denunciar? Porque vas a llegar a un ministerio público, vas a decir ‘perdí la conciencia, no supe, pero bebía alcohol’, entonces los van a revictimizar. Hay un estudio que hizo el Consejo Ciudadano de la Ciudad de México, quienes más han tenido como acercamiento en ese tema, y hay varios médicos que han trabajado en ese diagnóstico, les ponen ansiolíticos que cruzados con alcohol, pues se vuelven una bomba, entonces mayoritariamente son esos los temas y mayoritariamente también estas estadísticas lo que dicen es que las mujeres son el 52 por ciento de las víctimas y las edades entre 18 y 24 años, entonces sí es un tema a atender”, puntualizó.
Tapa Segura
Nuria Hernández detalló que Tapa Segura funcionará en colaboración con los bares y centros educativos que decidan sumarse y consta tanto de la dotación de calcomanías que se adhieren a la parte de arriba del vaso como de unas tapas de tela reutilizables y de capacitación tanto para usuarios como para centros nocturnos.
Los bares que decidan sumarse, serán destinados como Puntos Naranja -espacios a donde pueden acudir mujeres que se sientan en peligro en la calle- y recibirán capacitación para sus empleados y una primera dotación de tapas, aunque porteriormente cada lugar podrá imprimir las suyas con sus propios logotipos. Éstas no se ofrecerán directamente a las clientas, sino que se entregarán a solicitud expresa.
Por otro lado, se dará capacitaciones en universidades para que las jóvenes tengan herramientas para cuidarse y a quienes las reciban se les obsequiarán las tapas de tela, que tienen una presentación que puede portarse en la muñeca.
También se entregarán en bares aliados que han mostrado buena disposición, agregó la funcionaria, como el caso de Sala de Desamor, en donde se habrá eventos específicos para ello, previo a la apertura del establecimiento, para informar a las usuarias y generar círculos de reflexión.
“Alrededor de 60 establecimientos en esta firma se van a sumar. Ya estamos empezándolos a capacitar y va de la mano de todas las estrategias que tenemos de Punto Naranja”, indicó Nuria Hernández.
Todo ello, aclaró la secretaria, irá acompañado de inspecciones del Ayuntamiento para garantizar que las bebidas no vengan adulteradas de origen y de un número de teléfono al que se podrá denunciar si se sospecha de algún negocio y se brindará acompañamiento a quien quiera poner una denuncia.
Las iniciativas
El diputado Baltazar Gaona, del Partido del Trabajo (PT), fue quien propuso incluir el delito de sumisión química en el Código Penal.
Su propuesta es que se castigue con entre seis y 10 años de cárcel y una multa, con agravantes si quien aplica la sustancia es empleado del establecimiento y aclara que no busca penalizar el uso voluntario de sustancias psicoactivas.
Por otro lado, a propuesta de los diputados del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) Sandra Arreola y Juan Antonio Magaña de la Mora, el Congreso del Estado exhortó a los municipios a que se repartan pulseras reactivas en los establecimientos, que permiten detectar 22 tipos de drogas y a la Secretaría de Salud en Estado (SEE) a que implemente un programa piloto y a las universidades a que brinden información sobre este tipo de delito.
No se ha estimado, sin embargo, el costo que tendría la adquisición de este tipo de pulseras.