La Habana, Cuba
La ministra de Trabajo y Seguridad Social de Cuba, Marta Elena Feitó Cabrera, renunció este martes 15 de julio, tras desatar una ola de críticas por unas declaraciones en las que aseguró que en la isla “no hay mendigos”, a pesar de la inflación galopante, los apagones continuos, la falta de medicinas, la escasez de agua y la precariedad del transporte público.
La ola de críticas comenzó cuando la funcionaria intervino ante los diputados reunidos en comisiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento) para dar a conocer las políticas públicas de protección a la vulnerabilidad.
Ante el asombro de algunos y la indignación de muchos la ministra aseguró:
“Hemos visto personas, aparentemente mendigos. Cuando usted le mira las manos, le mira las ropas que llevan esas personas, están disfrazadas de mendigos, no son mendigos. En Cuba no hay mendigos”.
Y agregó:
“Hay personas que están en la calle limpiando parabrisas (que) han buscado un modo de vida fácil, sin las obligaciones de un trabajo formal, en semáforos, pidiendo, limpiando y posiblemente después con ese dinero lo que van es a tomar (beber alcohol)”.
Finalmente, arremetió contra quienes registran los basureros: “Están recuperando materia prima y son ilegales del trabajo por cuenta propia, que escapan del fisco”.
Estos planteamientos, que ignoran la pobreza atroz en que viven decenas de personas sin salarios o empleos muy mal pagados no toman en cuenta que actualmente hay niños y enfermos mentales sin medicamentos que piden limosnas o hurgan en los basureros en muchos barrios de La Habana.
Ante la avalancha de críticas, presidente cubano Miguel Díaz-Canel publicó un mensaje en X, antes de Twitter, en el que informó sobre la salida de Feitó:
“Reconoció sus errores y presentó su renuncia al cargo, es muy cuestionable la falta de sensibilidad en el enfoque de la vulnerabilidad. La revolución no puede dejar a nadie atrás, esa es nuestra divisa, nuestra responsabilidad militante”, dijo.
Los analistas recuerdan que hasta hace pocos años no se observaba mendicidad ni personas viviendo en las calles debido a una extensa red de seguridad social que incluía subsidios a la alimentación y los servicios, viviendas en usufructo, salud y educación gratuitas.
En teoría, todos esos beneficios se mantienen, aunque han bajado su cobertura de manera significativa.
Actualmente, la pensión de un jubilado ronda los 2 mil pesos cubanos, unos cinco dólares en el mercado informal, el equivalente a poco menos que un cartón de huevos. Muchas familias dependen de las remesas enviadas desde el exterior para sobrevivir.
Ante del despido, el economista Julio Carranza indicó que la ministra “desconoce totalmente la situación” y sostuvo que sus declaraciones son “muy irrespetuosas a una población que estoicamente está pasando situaciones muy difíciles y complejas”.
Con información de Latinus.