Lo que comenzó como una protesta pacífica por el fallecimiento de un joven bajo custodia municipal terminó en violencia y destrucción.
La noche del jueves, habitantes del municipio incendiaron el Palacio Municipal, en respuesta a la muerte de Ángel “N.”, un padre de familia detenido el lunes 18 de agosto y hallado sin vida al día siguiente en su celda.
La movilización inició en la plaza principal, donde los manifestantes exigieron justicia y transparencia; las autoridades habían reportado inicialmente que se trató de un suicidio, pero la comunidad rechazó esa versión, especialmente tras difundirse en redes sociales un video que mostraba a policías golpeando a un hombre dentro de una patrulla, lo que exacerbó la indignación popular.
Alrededor de las 20:00 horas, la situación escaló: los manifestantes derribaron la puerta del Ayuntamiento, ingresaron al interior, vandalizaron oficinas y prendieron fuego al mobiliario, documentos oficiales y propaganda; también incendiaron una camioneta oficial.
Los disturbios se extendieron, por lo que resultaron afectados el Cabildo, la comandancia municipal y otras instalaciones públicas. Algunos participantes incluso amenazaron con atacar la residencia del alcalde Erick Fernando Ku Caamal, quien no acudió a dialogar con los vecinos ni ha emitido pronunciamiento alguno respecto al caso.
En respuesta, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Yucatán y elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional acudieron al lugar para sofocar el fuego y restablecer el orden.  
El caso despertó amplia repercusión en el ámbito estatal y nacional, evidenciando un clima de desconfianza hacia las autoridades municipales y un fuerte rechazo ante la versión oficial del suicidio.
El reclamo de justicia persiste en Tzucacab: los pobladores exigen una investigación independiente, transparencia en las averiguaciones y sanciones a los responsables de la muerte y los hechos violentos.