Morelia, Michoacán/Fotos: ACG y cortesía

En víspera de Noche de Muertos, los panteones en Morelia se llenan con flores de cempasúchil, papel picado y decenas de personas afanadas en la limpieza de los sepulcros y las gavetas donde reposan sus seres queridos.

El objetivo es recibirles con dignidad y amor en la noche del 1 al 2 de noviembre, cuando por unos instantes las ánimas podrán regresar a sus hogares para reencontrarse con sus familias.

En las últimas semanas el Panteón Civil de Morelia ha sido escenario del ir y venir de trabajadores que llevan a cabo acciones de limpieza y mantenimiento para que el camposanto esté en condiciones óptimas de recibir a los hasta 120 mil visitantes que esta temporada de Noche de Muertos se esperan.

También ha comenzado la llegada de familias, amigos, seres queridos, deudos, que, armados con azadones, escobas, cepillos, jabón y cubetas lavan y limpian las tumbas y las gavetas, reponen las flores marchitas por flores frescas y conviven unos momentos con quienes ya han partido de este mundo.

No obstante, serán los días 1 y 2 de noviembre los que tendrán una mayor afluencia de visitantes.

Y es que este 1 de noviembre la tradición dicta que se espera a las almas de los niños, los muertos chiquitos que llegan una vez más para jugar y recibir el cariño y los mimos de sus familias.

Para el 2 de este mes es que habrán de presentarse los fieles difuntos, los muertos adultos, que, guiados por el aroma del pan de muerto y las flores de cempasúchil, así como la luz de las velas, encontrarán el camino a sus hogares.

En torno del Panteón Civil, así como de otros camposantos en Morelia, se aprestan los vendedores informales que esta temporada llenan las calles y los espacios públicos con el aroma de la flor de cempasúchil, pero también la manita de león, la rosa, la gladiola, el narciso, la nube y muchas más que habrán de adornar el lugar de descanso de tantos.

Pero también se encuentran los antojitos mexicanos, los platillos típicos, el pan de muerto, los dulces de temporada, artesanías y algunas chucherías imperdibles cuando se sale en familia.

En esta temporada, cuando el velo entre los mundos se hace más delgado, la ciudad parece tomar un aire distinto, en el que entre el bullicio y la algarabía se encuentra también la solemnidad del ceremonial de la Noche de Muertos.