Las personas migrantes sufren diferentes tipos de discriminación, sin que tengan oportunidades de empleo, por lo que optan por el trabajo sexual que las expone a adquirir alguna enfermedad o algún tipo de violencia por parte de sus clientes
Tapachula, México. - Activistas en favor de los migrantes en el sur de México advierten, en el marco del mes del orgullo LGTBI, sobre la vulnerabilidad de las personas indocumentadas, que viven discriminación por su preferencia sexual y por no contar con documentos para vivir legalmente en el país, poder acceder a trabajo y a servicios de salud.
“Lo que impacta, primeramente, (es) que haya una negación a que las personas busquen apoyos y, sobre todo, que se incrementen las diferentes violencias que ya vienen sufriendo desde su país de origen a México, el impacto aumenta el grado de vulnerabilidad”, señaló Rosemberg López Samayoa, presidente de la organización Una Mano Amiga en la Lucha Contra El Sida.
El activista recordó que Chiapas es una de las entidades con mayor discriminación de personas de la comunidad LGTBI y migrantes en temas de diversidad sexual.
Explicó que, según la Encuesta Nacional sobre Diversidad Sexual y de Género (ENDISEG) del INEGI en 2021, en esta entidad casi el 80 % de la población de 18 años y más justifica poco o nada que dos personas del mismo sexo vivan juntas como pareja.
La misma encuesta estimó que 215,488 personas de 15 años y más se identifican con una orientación sexual e identidad de género dentro de la comunidad LGTBI, lo que corresponde al 5.4 % de la población nacional.
López Samayoa enfatizó que en temas de salud sexual, todas las nacionalidades de migrantes LGTBI han sido discriminadas por lo que se necesitan políticas públicas y programas específicos para incluirlos.
Se sienten vulnerables
Leo Correa, un migrante cubano que tuvo que huir de su país por la discriminación, la dictadura y la represión, vive en carne propia la discriminación en México solo por ser parte del grupo LGTBI y migrante.
El extranjero contó que, al llegar a Tapachula enfrentó diversos obstáculos en la sociedad mexicana donde la mentalidad es homófoba y no aceptan a las personas de la comunidad.
“Primero ser migrante tiene muchas limitantes en la parte laboral, segunda cuando dices que eres homosexual o cuando eres de la comunidad LGBTTI también te ponen trabas, te miran de lejos, te rechazan, yo he sentido rechazo en distintos lugares simplemente por manifestarme por ser como soy, el rechazo es doble al enfrentarse a una sociedad marginal”, consideró.
En Cuba, Correa era director artístico, aunque ahora se ha logrado regularizar y, al convertirse en residente mexicano, dijo que buscará trabajar en crear su propia compañía.
Yesenia, migrante también de Cuba y representante del grupo Trans Sin Fronteras de Una Mano Amiga, denunció que, desde que salió de su país y durante su estancia en Tapachula, ha sido discriminada.
Recordó que las personas migrantes sufren diferentes tipos de discriminación, sin que tengan oportunidades de empleo, por lo que optan por el trabajo sexual que las expone a adquirir alguna enfermedad o algún tipo de violencia por parte de sus clientes.
“Eso para mí es muy duro, yo quiero integrarme a la sociedad, yo salí de mi país huyendo por ese trato que nos daban, que tampoco nos daban un lugar y tampoco nos ayudaban, pensé que al llegar a este país que sería otra cosa”, lamentó.
A la representante de este grupo le ha cambiado radicalmente su vida al 100 % porque en Cuba, su familia siempre lo aceptó y al llegar a la frontera sur, ha enfrentado la discriminación y ha tenido problemas psicológicos.
En México, entre 2014 y 2025 se han registrado al menos 739 casos de asesinatos y desapariciones de personas de la diversidad sexual y de género según el Observatorio Nacional de Crímenes de Odio contra Personas LGTBIQ+ en México.