Miles de jubilados argentinos volvieron a tomar las calles este jueves frente al Congreso Nacional en Buenos Aires para exigir al Senado que trate y apruebe un proyecto de ley que contempla un incremento del 7.2% en las pensiones. La medida es considerada urgente por los manifestantes, quienes denuncian el impacto del alto costo de vida y las políticas económicas impulsadas por el presidente Javier Milei.
A pesar de la fuerte presencia policial en la zona, las protestas han mantenido su carácter pacífico y continúan realizándose semanalmente. Los jubilados, acompañados por organizaciones de derechos humanos, reclaman no solo el aumento en sus haberes, sino también el acceso gratuito a medicamentos, una mejora en la atención sanitaria pública y condiciones dignas para la vejez.
Durante la jornada, se escucharon duras críticas contra el gobierno, al que algunos manifestantes acusan de implementar políticas que consideran regresivas y excluyentes. Bajo consignas como “una jubilación digna es un derecho” y “sin salud no hay vida”, las columnas de manifestantes expresaron su malestar ante el deterioro de su calidad de vida.
El Comité Nacional para la Prevención de la Tortura anunció que desplegó un equipo de observadores para vigilar el accionar de las fuerzas de seguridad durante la manifestación. En un comunicado, recordó que es responsabilidad del Estado garantizar el respeto a los derechos humanos y el derecho a la protesta social.
La presión social sobre el Congreso aumenta, mientras los jubilados y sus organizaciones advierten que continuarán las movilizaciones hasta obtener respuestas concretas.
Fuente: PROCESO