Según InSight Crime, mientras antes los grupos criminales se aprovechaban de la pobreza y vulnerabilidad de los jóvenes, ahora se acercan a ellos por redes sociales y videojuegos
Agencias / La Voz de Michoacán
El reclutamiento de menores en organizaciones criminales a través del uso de plataformas de redes sociales y videojuegos en línea está en auge en América Latina. Sin embargo, las respuestas gubernamentales a este problema están fallando con respecto a las generaciones actuales y futuras, según un reporte de InSight Crime.
Según la fundación dedicada a la investigación sobre temas de crimen organizado a nivel global, mientras que anteriormente las organizaciones criminales centraban sus esfuerzos en obtener mano de obra juvenil ofreciendo dinero a menores de bajos recursos para realizar asesinatos selectivos o traficar drogas, el auge de los servicios de mensajería instantánea, las aplicaciones digitales y los videojuegos en línea, frecuentemente utilizados por los jóvenes, han cambiado las reglas del juego.
Los trabajos falsos publicados en foros, la extorsión y las amenazas a través de mensajería en línea son denominadores comunes en el reclutamiento digital. Los niños suelen ser coaccionados para desempeñar roles como sicarios, extorsionadores o expendedores de droga. En el caso de las niñas, a menudo se les fuerza a la explotación sexual en línea a través de aplicaciones de citas como Tinder o plataformas de contenido como OnlyFans.
El auge de TikTok, los videojuegos en línea y el aumento generalizado del uso de plataformas digitales entre los menores de edad dieron a los grupos criminales un incentivo para explotar estos servicios de entretenimiento.
Sin embargo, fue la pandemia global de COVID-19 uno de los principales catalizadores de la transición al reclutamiento digital, según investigaciones de la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional.
“Debido a los confinamientos durante la pandemia de COVID-19, los grupos criminales comenzaron a explorar formas de reclutar digitalmente. Esto ha ocurrido en casi todos los países de América Latina, de una manera muy hegemónica,” explicó Oscar Balderas, periodista mexicano especializado en temas de crimen organizado citado por InSight Crime.
Esta dinámica emergente ha sido particularmente evidente en Colombia, donde los grupos armados utilizaron WhatsApp para atraer a menores a fiestas clandestinas organizadas con el fin de asegurar nuevos reclutas durante el confinamiento de la pandemia. Estos encuentros sirvieron como puntos de entrada a estructuras criminales, donde los jóvenes fueron atraídos con pequeños préstamos o coaccionados a través de secuestros.
La tendencia continuó incluso después del paso de la pandemia. Entre 2022 y 2024, los grupos armados en Colombia reclutaron a niños utilizando plataformas de redes sociales como TikTok y Facebook, según un informe reciente de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia.
El reclutamiento digital también está en aumento en Ecuador, donde la policía estima que hasta el 60% de los miembros de las bandas son adolescentes. Al menos el 27% de los menores en bandas fueron reclutados a través de redes sociales, según una encuesta de 2025 realizada a casi 3 mil jóvenes en riesgo por el Observatorio de Crimen Organizado de Ecuador.
En México, reclutamiento constante
Pero el reclutamiento forzoso de menores no es exclusivo de Colombia y su conflicto armado. A principios de este año, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de México eliminó 200 cuentas digitales vinculadas a grupos criminales, que se pensaba eran utilizadas para reclutar.
En un caso reciente en el estado de Michoacán, un adolescente de 17 años fue atraído por una falsa oferta de trabajo en Facebook por parte de un grupo criminal no identificado que le prometía 7 mil pesos por semana. El joven fue a una terminal de autobuses para encontrarse con sus posibles reclutadores, pero fue detenido por la policía antes de que pudiera ser llevado.
Y hacia finales de 2024, un niño de 14 años fue atraído para salir con un supuesto amigo que conoció a través del videojuego en línea Free Fire. El reclutador viajó a Oaxaca después de mantener contacto con el menor durante varios meses, intentando ganarse su confianza para poder encontrarse en un contexto amistoso. Gracias a la ubicación GPS del teléfono del menor, las autoridades lo rescataron antes de que pudiera ser llevado.
Otro niño de 12 años, llamado Ángel, también fue manipulado a través de Free Fire, su videojuego favorito. Pero antes de que pudiera ser secuestrado, presuntamente por el Cártel de Sinaloa, las autoridades rescataron al niño y lo devolvieron a sus familiares.
¿Cómo lo hacen?
Las autoridades de diferentes países del continente han detectado un patrón en el modus operandi habitual de los grupos delictivos para reclutar a menores. Así lo hacen:
1. Selección estratégica. Los delincuentes crean perfiles con símbolos, emojis o acrónimos, que los vuelven atractivos para los menores y hacen referencia a grupos criminales.
2. Confianza y atracción. Los delincuentes acceden a sus víctimas mediante invitaciones, solicitudes de amistad, mensajes, publicaciones y videos. Muchas veces fingen tener la misma edad que sus víctimas.
3. Encuentros cara a cara. Una vez ganada la confianza, los menores son engañados para que acudan a una entrevista de trabajo falsa o invitados a encontrarse presencialmente con miembros de la organización criminal.
4. Transporte. Si es forzado, los menores son engañados con falsas ofertas laborales para trasladarlos a campos de entrenamiento y adoctrinamiento. Si no es forzado, ellos viajan “por su propia voluntad”.
5. Explotación. Una vez reclutados, los menores son explotados: los niños suelen acabar perpetrando asesinatos por encargo, traficando con drogas y extorsionando, mientras que las niñas corren un mayor riesgo de sufrir explotación sexual.
6. Incorporación. Con la confianza de los criminales, los menores son agregados a un chat grupal y son controlados principalmente a través de las redes sociales, al tiempo que reciben beneficios como un salario, formación, alojamiento y comida.
Gobiernos no hacen suficiente
México, Ecuador y Colombia han implementado medidas contra el reclutamiento infantil, pero los esfuerzos para abordar el creciente componente digital han sido deficientes en algunos casos y completamente ausentes en otros.
En México, la presidenta Claudia Sheinbaum sugirió regular las redes sociales para evitar que los jóvenes se unieran a estructuras criminales. Sin embargo, identificar y rastrear cuentas digitales en el ciberespacio es como encontrar una aguja en un pajar. Las nuevas cuentas se crean constantemente, por lo que, aunque algunas sean eliminadas, muchas otras seguirán siendo generadas.
“Me cuesta ver cómo se podría regular las redes sociales. [Esto] se ha intentado en muchos países y no ha funcionado,” señaló Balderas.
En junio, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, creó un comité interinstitucional contra el reclutamiento infantil por parte del crimen organizado, con el objetivo de abordar el problema mediante políticas públicas y programas de ayuda social.
Mientras tanto, en Colombia, el Plan de Paz Total tiene como objetivo prevenir el reclutamiento infantil mediante el establecimiento de un diálogo con los grupos armados no estatales y, en última instancia, reducir la competencia entre estructuras criminales por la mano de obra infantil.
Sin embargo, ninguna de estas iniciativas gubernamentales tiene en cuenta la nueva realidad del reclutamiento digital y los desafíos únicos que plantea, especialmente las dificultades asociadas con la regulación de estos espacios en línea.