El autosabotaje no es señal de debilidad, sino una parte normal del proceso de transformación

América Fernández, colaboradora La Voz de Michoacán

Querer hacer un cambio positivo en nuestra vida parece algo simple en teoría. Sabes que lo necesitas, que tal vez tu salud depende de ello, tienes el apoyo, la información, el plan y las ganas ¿Por qué entonces cuesta tanto sostenerlo?

El autosabotaje ocurre cuando nuestras propias acciones obstaculizan nuestros objetivos. No siempre es consciente. A veces se manifiesta como postergación, como dudas internas, como no tener tiempo, o como una voz interna que dice “para qué lo intentas, igual no vas a poder”.

Muchos patrones de autosabotaje se relacionan con miedo:

  • Miedo al fracaso: “Si lo intento y no lo logro, me voy a decepcionar”
  • Miedo al éxito: “¿Y si cambio y ya no me reconocen los demás?”
  • Miedo al juicio: “Van a molestarme por querer cuidarme”

Cambiar el estilo de vida implica salir de una zona de confort que, aunque no sea saludable, es familiar. Nuestro cerebro prefiere lo conocido, aunque nos haga daño. Por eso, cuando intentamos incorporar nuevos hábitos, es común que surjan resistencias internas: excusas, distracciones o pensamientos de desánimo.

Además, muchas veces nos ponemos metas tan grandes o estrictas que se vuelven imposibles de sostener. El perfeccionismo es otra forma disfrazada de autosabotaje: si no lo puedo hacer “perfecto”, mejor ni lo intento.

¿Qué podemos hacer frente al autosabotaje?

  • Hacerlo consciente sin juzgar: Reconocer cuándo estamos poniéndonos el pie.
  • Empezar con cambios pequeños y sostenibles, en lugar de querer transformar todo de golpe.
  • Tener claridad sobre por qué queremos cambiar, conectarnos con una motivación profunda, no solo externa.
  • Pedir apoyo: Compartir nuestro proceso con alguien de confianza o guía profesional.
  • Practicar la autocompasión: Hablarte con amabilidad, incluso cuando tropieces.

Cambiar el estilo de vida es un acto de amor propio, pero también de paciencia y persistencia. El autosabotaje no es señal de debilidad, sino una parte normal del proceso de transformación. Y cuando lo reconoces, dejas de ser su prisionero.

América Fernández. Coach de salud integral y recuperación de la dependencia a la comida.