La presencia de cocodrilos en áreas urbanas de Ciudad Madero, Tamaulipas, se ha disparado en los últimos días, generando preocupación entre autoridades y habitantes. En tan solo seis días, equipos de Protección Civil y Bomberos han capturado 65 ejemplares que se desplazaban fuera de su hábitat natural, especialmente cerca de cuerpos lagunares y canales, situación que ha motivado un plan urgente de reubicación.
Ante este panorama, el ayuntamiento analiza trasladar a los reptiles a una Unidad de Manejo Ambiental (UMA) ubicada en el municipio de Altamira, donde ya existen instalaciones diseñadas para la conservación de fauna silvestre. La medida busca disminuir el riesgo de encuentros entre cocodrilos y ciudadanos, sin comprometer el bienestar de los animales.
El alcalde de Ciudad Madero, Erasmo González Robledo, informó que se convocará a una mesa de trabajo con representantes de SEMARNAT, así como con los alcaldes de Tampico y Altamira, para definir una estrategia coordinada que permita atender este fenómeno ecológico-urbano.
La invasión de cocodrilos a zonas habitadas se ha vuelto más frecuente, impulsada por la expansión urbana, la contaminación y la alteración de sus ecosistemas naturales, ya que estos reptiles, que antes se mantenían en los sistemas lagunarios, ahora aparecen en patios, vialidades, canales pluviales e incluso escuelas.
Aunque no se han registrado ataques recientes, las autoridades insisten en tomar precauciones y evitar el contacto con estos animales. González Robledo destacó que el municipio no descarta invertir en infraestructura y logística para asegurar el traslado y resguardo de los ejemplares bajo normas ambientales estrictas.
El llamado a la ciudadanía es claro: cualquier avistamiento de cocodrilos debe reportarse de inmediato a los servicios de emergencia municipal. Brigadas especializadas están capacitadas para manejar estos casos con seguridad tanto para la fauna como para las personas.
Mientras tanto, continúan las acciones para retirar a los ejemplares que representan un potencial peligro y mantener la vigilancia en puntos críticos donde se ha documentado mayor presencia de reptiles.
Fuente: El Heraldo de México