El joven había salido de su casa para encontrar una oferta de trabajo.
En el municipio de León, en Guanajuato, una madre recibió a su hijo de 23 años, Luis Gerardo, sin vida y emplayado dentro de un ataúd en la puerta de su casa.
El incidente ocurrió durante la tarde del domingo pasado, cuando sicarios a bordo de una camioneta blanca visitaron la casa ubicada en la colonia Sinarquistas. Después, los hombres tocaron con fuerza la puerta.
Al abrir la puerta la madre, vió que había un ataúd enfrente en su casa, a lo que los hombres prosiguieron a decir lo siguiente: “Ahí se lo dejamos”. Posteriormente se retiraron.
Cuando abrió el ataúd, se dió cuenta de que se trataba de su hijo, quien estaba muerto, envuelto en plástico y presentaba signos de tortura.
Ante el hallazgo, la mujer lo reportó al sistema de emergencias 911, por lo que acudieron al lugar elementos de la Policía Municipal, respaldados por policías estatales y federales. Posteriormente, se integraron elementos de la Guardia Nacional, así como de la Fiscalía General del Estado de Guanajuato, para acordonar el lugar e iniciar con las investigaciones correspondientes.
Mientras tanto, el cuerpo fue trasladado al Servicio Médico Forense (SEMEFO), donde se le realizará la necropsia de ley.
El hecho ocurre semanas después de que Luis Gerardo saliera de su casa para buscar oportunidades laborales en Jalisco, debido a que le había prometido a su madre que encontraría un buen trabajo.
Sin embargo, no se volvió a saber nada de él desde entonces. Cuando familiares vieron que no respondía las llamadas de su teléfono, acudieron a la Fiscalía de Guanajuato para levantar una denuncia por su desaparición.
Por el momento, no se ha emitido algún comunicado oficial en relación a lo ocurrido ni se han reportado detenidos. No obstante, autoridades están investigando si existe alguna relación con actividades delictivas debido a la manera en la que fué entregado el cuerpo.
Fuente: Proceso